Ya estamos en Noviembre y con él llega otra Luna llena; este
año hemos escogido el nombre de "Luna de Escarcha", pero recordad que
también se la conoce como "Luna de nieve", "Luna del
cazador", "Luna del Castor", entre muchas nomenclaturas -todo
depende de la tradición Wiccana que sigas.
Ahora es el momento de poner las trampas de castor antes de que los pantanos se congelen, para asegurar un suministro de pieles de cara al invierno. Otra interpretación sugiere que el nombre Luna del Castor viene del hecho de que los castores están trabajando mucho en esta época, para preparar sus madrigueras de cara al invierno. También se llama la Luna Escarchada y Luna de Nieve por razones meteorológicas, y como ésta es también la siguiente luna llena después de la luna de cosecha, también se la conoce como la Luna de los Cazadores. Con las hojas cayendo y los ciervos engordando, es hora de cazar.
Como parte del Ritual, sal a pasear una noche de Noviembre. Las hojas crujen bajo tus pies, la hierba está cubierta de escarcha y los árboles desnudos parecen pinceladas de color ébano con el cielo de fondo.
Sobre este mundo se halla la joya real, la Luna de Escarcha. Plateada, distante y serena, representa el reino oculto y la intuición. Es la guardiana de los misterios que todo lo sabe, pero que apenas dice nada.
Deberíamos indagar en nuestro interior para encontrar las respuestas que buscamos para mejorar nuestra vida. Durante tu Ritual de la Luna de Escarcha, desarrolla tus poderes psíquicos. Enciende una vela plateada. En tu espacio para Rituales, coloca las herramientas de adivinación que suelas utilizar, como el tarot, un péndulo, un caldero o un espejo mágico. También puedes adivinar con la llama de la vela que acabas de encender.
Pronuncia este encanto para facilitar la conexión con el reino invisible:
Ahora es el momento de poner las trampas de castor antes de que los pantanos se congelen, para asegurar un suministro de pieles de cara al invierno. Otra interpretación sugiere que el nombre Luna del Castor viene del hecho de que los castores están trabajando mucho en esta época, para preparar sus madrigueras de cara al invierno. También se llama la Luna Escarchada y Luna de Nieve por razones meteorológicas, y como ésta es también la siguiente luna llena después de la luna de cosecha, también se la conoce como la Luna de los Cazadores. Con las hojas cayendo y los ciervos engordando, es hora de cazar.
Como parte del Ritual, sal a pasear una noche de Noviembre. Las hojas crujen bajo tus pies, la hierba está cubierta de escarcha y los árboles desnudos parecen pinceladas de color ébano con el cielo de fondo.
Sobre este mundo se halla la joya real, la Luna de Escarcha. Plateada, distante y serena, representa el reino oculto y la intuición. Es la guardiana de los misterios que todo lo sabe, pero que apenas dice nada.
Deberíamos indagar en nuestro interior para encontrar las respuestas que buscamos para mejorar nuestra vida. Durante tu Ritual de la Luna de Escarcha, desarrolla tus poderes psíquicos. Enciende una vela plateada. En tu espacio para Rituales, coloca las herramientas de adivinación que suelas utilizar, como el tarot, un péndulo, un caldero o un espejo mágico. También puedes adivinar con la llama de la vela que acabas de encender.
Pronuncia este encanto para facilitar la conexión con el reino invisible:
“ La naturaleza está estéril, la Tierra empieza a dormir, bendíceme, Luna de Escarcha, comparte los secretos que guardas. Comparte conmigo los obsequios divinos de la profecía; a través de cartas, espejos, péndulos, humo y fuego, déjame ver “ |
* Texto: James Kambos y Tilia
Luna de Escarcha: jueves 6 de noviembre de 2014
MEDITACIÓN LUNA LLENA DE NOVIEMBRE : SENTIR LA UNIDAD
*Meditación por gentileza de Agartam
Los Seres humanos y la Tierra nos hallamos inmersos en un gran proceso
de integración. De hecho, la integración es la gran prueba que nos permitirá
pasar a un nivel de conciencia superior.
Luz y oscuridad conviven dentro y fuera de nosotros mismos. La dualidad es la principal característica de la
tercera dimensión pero, a veces, deseamos negarla porque
nos hace sufrir o porque nos resulta muy difícil estar en contacto con su
vertiente oscura. Sin embargo, cuando nos apartamos de la oscuridad con rabia,
miedo o rechazo, nos estamos apartando de la luz sin darnos cuenta. Así, nos adentramos
en un círculo vicioso del que nos cuesta salir.
Durante siglos hemos perpetuado actitudes y comportamientos que, no
sólo no han eliminado la oscuridad, sino que la han vuelto más fuerte. Hemos
cedido el poder interior a decenas de creencias limitantes que nos llevaban a
pensar que teníamos que protegernos de algo cuando, en verdad, aquello
de lo que nos protegíamos moraba en nuestro interior.
¿Quién no tuvo pensamientos o emociones negativas alguna vez? ¿Quién es
siempre bondadoso o amable o respetuoso? ¿Quién mantienen siempre su equilibrio
interior y nunca se siente decaer?
Vivimos inmersos en un sinfín de experiencias que nos llevan hacia
arriba o hacia abajo constantemente. Si nos paramos a pensarlo un momento, nos
daremos cuenta de que luchar contra la oscuridad es en realidad luchar
contra una parte de nosotros mismos.
Proclamamos a los cuatro vientos que todos somos Uno, pero desenvainamos una espada de luz para que
desaparezca lo oscuro de nuestra realidad. ¿Es que eso, que es oscuro, no forma
parte del Uno? ¿No podría ser que se
presentara en nuestras vidas para mostrarnos algo?
Si proclamamos la unidad estamos proclamando la integración, y la
integración es la aceptación de que luz y oscuridad forman parte del Uno.
Aceptar que la dualidad proporciona una gran riqueza de aprendizajes. Aceptar
que “el oscuro” es un hermano que sigue un camino diferente al mío, pero que no
por eso es despreciable. Respetar su decisión de ser lo que decide ser y pedir de su parte el mismo respeto hacia mí.
La prueba de la integración no es fácil, por eso vamos a dedicar varias
meditaciones a ella, pasando por cada una de sus fases. Hoy sentimos la unidad,
próximamente nos ocuparemos del compromiso, el respeto, el reconocimiento y el
amor, para culminar, finalmente, en la integración.
Ha llegado el momento de dar un gran paso adelante.
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