jueves, 16 de octubre de 2014

Baños de Luna y purificación


En muchas tradiciones espirituales existe el requisito de realizar algún tipo de purificación antes de celebrar algún acto religioso o mágico. El Paganismo comparte esta tradición histórica, y actualmente aún hay muchos paganos que practican rituales de purificación, celebrados habitualmente  antes de los Esbats y Sabbats y antes de cualquier exploración mágica o del mundo interno.
La purificación tiene un doble efecto: por un lado, limpia la negatividad que puedas llevar adherida y, por otro, como cualquier preparación ritual, alerta a la mente interna de que está a punto de producirse un cambio profundo.
Los Rituales de Purificación paganos suelen usar el agua cargada bajo los rayos de luna llena como medio purificador. Para obtener esta agua de luna llena necesitas una taza, cuenco, cáliz de plata; si usas un recipiente que no sea de plata introduce en él una moneda o joya que sea de este metal. Si el recipiente no es de plata, el mejor sustituto es el cristal.
En noche de Luna Llena pon el recipiente al aire libre o sácalo a la ventana, donde pueda absorber los rayos lunares. Después de unas horas de exposición, estará bien cargada y lista para su uso.
Antes de llevar el agua al lugar donde celebres el Ritual, sostenla firmemente con tu mano no dominante mientras pones la dominante sobre ella. Visualiza que tus manos son los dos polos de un campo energético y transfiere tu energía a través del agua. Acaba de cargar el líquido con algunas palabras parecidas a estas:



“Por la plateada luz de la Luna,
por  mi mano y mi voluntad segura,
por todo lo que es sagrado, verdadero y fuerte,
te pido que me limpies y me hagas pura”*1

Hay dos maneras de purificarse con esta agua:
1- Ungir ciertos puntos seleccionados de tu cuerpo.
2- Tomar un baño lunar.
Para la primera de ellas, tendrás que decidir con antelación qué partes de tu cuerpo quieres ungir. En las tradiciones celtas, la purificación suele hacerse en el frente, la parte baja del estómago y los pies (llamada la Tripe Bendición).En la tradición sajona los puntos de purificación son los pies, las manos y la frente. En Asia central y en India los lugares de unción son los siete chakras. En el Lejano Oriente recomiendan un baño purificador con la ayuda de una esponja y en África y Oriente Medio la persona solo se baña las manos y los pies.
Utiliza la que más te guste o con la que te sientas más conectado.
Independientemente del modo que utilices, a muchos paganos y eclécticos les gusta beber un sorbo de agua al final para unificarse con la energía purificadora.
La elección sólo depende de ti y has de saber que ninguna de ellas estará equivocada, aunque decidas mezclar varias.


Cuando hayas decidido cuáles van a ser tus puntos de purificación, entra en el Círculo, introduce los dedos de una de tus manos y declara la intención de purificarte. A continuación, pon los dedos mojados en el primer punto (por ejemplo, los pies) y di:


“ Madre plateada de la noche,
bendice mis pies para  que siempre
caminen con seguridad por tu sagrada senda”*2


Y así hasta que hayas acabado con todos los puntos a ungir.
Cada uno puede crear sus propias fórmulas de consagración. Cuando hayas terminado de ungirte, da las gracias a la Diosa, a la Luna, al Dios o al Universo….tu eliges otra vez. Y tal vez desees tomar un sorbito para sellar el acto.
Si prefieres bañarte tendrás que hacerlo antes de entrar en el Círculo. Puedes acompañar el baño con aceites e inciensos con afinidades lunares y purificadoras como la madera de sándalo, mirra, alcanfor, verbena. Lleva el recipiente cargado de Agua de Luna a tu bañera y antes de derramarla, expresa tu intención purificadora y puedes emplear una fórmula parecida o igual a la reseñada arriba*1.
Cuando  hayas terminado con tu baño, agradece y mientras vacías la bañera visualiza que toda la negatividad que llevabas se la lleva el agua por el desagüe.

* Nota: Si no usas toda el Agua Lunar, puedes guardarla en una botella con tapón, de color azul y utilizarla antes de la Luna Nueva, momento en que debes derramarla sobre tierra. No obstante, si la guardas fuera de la nevera durante más de un día es mejor no beberla, ya que empezaran a formarse bacterias. Tampoco es aconsejable beber agua a la que les hayas añadido aceites esenciales porque muchos son tóxicos y/o pueden causar daños en el tejido digestivo.

*Fuente: Edain McCoy, adaptado por Tilia


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