martes, 20 de diciembre de 2011

Diciembre, Solsticio de Invierno, Yule


El 21 de diciembre es el día más corto del año, el día antes de que el sol comience su largo recorrido de regreso al verano.
Ponemos luces en nuestras entradas para ahuyentar la oscuridad. Celebramos el renacimiento de la luz en la noche más larga del año. El solsticio de invierno es tiempo para reunirse, para el amor, la paz, la buena voluntad y, más importante aún, para el perdón. En esta época del año tan austera y fría, utilizamos ramas y follajes para simbolizar la vida; colores vivos, imágenes de ricas cosechas y montañas de regalos para alejar la penuria o el miedo a ella.
En este solsticio enciende tantas velas como te sea posible y seguro. En algún momento de tu ceremonia apágalas todas. Siéntate a oscuras un momento, contempla las tinieblas, la noche oscura del alma, y de lo que significa para ti. Vuelve a encender, empieza por la que te sea más céntrica en relación con el ritual y luego gira en sentido horario, a medida que las vas encendiendo para simbolizar la revolución de la rueda que vuelve hacia la luz del día. Realiza trabajos de adivinación con las velas apagadas y permite que el encendido de las velas simbolice tu propia iluminación.

*Texto: Cerridwen Iris Shea


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